Seguimos nuestro recorrido por La Rioja
Seguimos nuestro recorrido por La Rioja
Casillas 13º – 16º del Juego de la oca del Camino de Santiago
13ª Casilla:
Monasterio de Santa María La Real de Nájera. A comienzos del siglo XI el rey de Nájera, Don García Sánchez III, salió un día a cazar por las inmediaciones de su castillo. En busca de su halcón, se adentró en el bosque hasta dar a parar a una cueva, donde halló un altar con la Virgen y el Niño. En esa cueva se edificó el monasterio de Santa María La Real.
Nos encontramos en uno de los lugares más emblemáticos de La Rioja porque, aparte de los innegables valores artísticos que posee, es un fiel reflejo de la preeminencia histórica de esta zona de La Rioja durante los siglos medievales.
Estas tierras fueron conquistadas por los berones, los romanos y, más tarde, por los visigodos. A comienzos el siglo VIII los musulmanes le otorgaron el nombre de Náxara, en árabe: “lugar entre peñas”.
Nájera se convirtió en punto clave del Camino de Santiago Francés en el siglo XI, reinando Sancho III el Mayor. Este mismo monarca hizo de Nájera la capital del reino, le otorgó fuero propio, acuñó moneda y regaló a la ciudad su época de mayor esplendor.
El templo de Santa María la Real fue construido por orden del rey D. García Sánchez III. Las obras de este conjunto finalizaron el año 1052, convirtiéndose entonces en sede episcopal y Panteón Real.
14ª Casilla:
OCA. Seguimos entre viñedos por tierras riojanas.
15ª Casilla:
Cruceiro de Azofra. También llamado Rollo de Azofra. Los rollos jurisdiccionales comenzaron a construirse a finales del siglo XIV o principios del XV y eran el símbolo de jurisdicción de un lugar. Es una sencilla columna poligonal que se levanta sobre una base de piedra.
16ª Casilla:
Santo Domingo de La Calzada. En esta casilla hacemos referencia al conocido milagro del gallo y la gallina.
Cuenta la tradición que, entre los muchos peregrinos compostelanos que hacen alto en esta ciudad para venerar las reliquias de Santo Domingo de la Calzada, llegó aquí un matrimonio alemán con su hijo de dieciocho años llamado Hugonell.
La chica del mesón donde se hospedaron se enamoró del joven Hugonell, pero ante la indiferencia del muchacho, decidió vengarse. Metió una copa de plata en el equipaje del joven y cuando los peregrinos siguieron su camino, la muchacha denunció el robo al Corregidor.
Las leyes de entonces (Fuero de Alfonso X el Sabio) castigaban con pena de muerte el delito de hurto y, una vez fue prendido y juzgado, el inocente peregrino fue ahorcado.
Al salir sus padres camino de Santiago de Compostela, fueron a ver a su hijo ahorcado y, cuando llegaron al lugar donde se encontraba, escucharon la voz del hijo que les anunciaba que Santo Domingo de la Calzada le había conservado la vida. Fueron inmediatamente a casa del Corregidor de la Ciudad y le contaron el prodigio.
Incrédulo el Corregidor contestó que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que él se disponía a comer. En ese preciso instante el gallo y la gallina saltaron del plato y se pusieron a cantar.
Desde entonces se dicen los famosos versos: SANTO DOMINGO DE LA CALZADA DONDE CANTÓ LA GALLINA DESPUÉS DE ASADA.
¿CUÁL SERÁ LA PRÓXIMA PARADA DE NUESTRO PEREGRINO?